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Voy al supermercado lleno de alegría pero cuando llego al supermercado en buscas de las suculentas chuletas de corte de centro, lo primero que encuentro es la carnicería atestada de gente y como ese día llegaron los cupones me jodí.
Cojo un numero y en el papelito sale que soy el numero 198 y van por el 18, me pongo a dar vuelta por el supermercado a lo que me llega mi turno y termino comprando cuanta porquería encuentro. Fui en busca de las chuletas para ahorrar un billete y terminé gastando en dulce y porquerías innecesarias.
Vuelvo a la carnicería y van por el 50, sigo dando vueltas y pasan dos horas y regreso a la carnicería y ya casi están llegando a mi numero.
Pero me quedo ahí como una estaca porque si me voy pierdo el turno, me pongo a jugar por el celular se me agota la batería, me quedo como un mamao mirando al piso ya que había una "yale" al frente mio con el pantalón corto enseñando las nalgas y a lado el marido cara de búfalo velando a ver quien le mira las nalgas a la mujer para después como buen cabrón buscar pleito.
Por fin después de tanto esperar, llega mi turno pido 10 libras de chuletas, el carnicero se va para atrás acompañado de su fiel amiga la mosca y me trae el bolso de chuleta.
Para mi sorpresa y desilusión en la bolsa solo habían como cinco chuleta del grosor de un bloque, le pregunto al carnicero:permiso señor ¿Me podrías picar las chuletas mas finita? y el me contesta con cara de aborrecío y con un tono de amargura:"esa chuleta ya vienen picá, eso es un corte de centro".
a lo que yo le respondo:"corte de centro será de perro por que solo un perro boquigrande hambriento se come una chuleta de ese corte."
El tipo me contesta con la típica amabilidad boricua:"si no te gusta pues no la compres."
Cojo las chuletas y se las tiro en el counter, mientras el carnicero cuchillo en mano me miraba con ganas de matarme mientras una mosca le daba vuelta a su cabeza.
Después de esa odisea no volví a caer en el juego de los especiales como dice el anuncio y mucho menos con las chuletas.
En el shopper se ven bonitas y finitas pero en realidad son gordas, oscuras e in masticables. Cuando comes una de esas chuletas es como si masticaras un chicle de carne.
Una vieja me dió un consejo muy sabio, si quieres chuletas finitas tienes que comprar el lomo y pide que te las piquen finita, el lomo cuesta un poco más pero tendrás más chuletas que las baratas con corte de perro.
Ah y casi se me olvida, no dejes que el carnicero con mosca te pique el lomo.
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